viernes, 20 de mayo de 2011

LXXIX

La prosa triste de los silencios de Ella delataba una soledad que se ataviaba de melancolías roídas. Y entonces Él vio que los júbilos estaban recluidos en sus ojos. En ese momento, supo que se había enamorado de Ella.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Suspiros y recuerdos dejaste en espera de convertirlos en caricias y besos. suspiros que te llaman recuerdos que me llenan de ti...

Emilio dijo...

Los suspiros son los susurros del alma que recluyen tristezas y riegan júbilos. Suspiros como raíces de vientos, como tallos de alas, como hilos de nube. Suspiros que se ilusionan en coincidir con otros suspiros y convertirse en huracanes.

Anónimo dijo...

Suspiros tuyos y mios, que al encontrarse explotaran en ese dulce sintonia de placer.
Susurros que mas q huracanes amenazan con ser el rugir de mi tigre devorando su presa.