jueves, 25 de septiembre de 2008

VERÓNICA 1

Originalmente iba a abrir este blog para escribirte y sacar así mi melancolía de ti. Pero me he dado cuenta que todo lo que me pasa no se trata sólo de ti: afortunadamente, mis ansiedades, nostalgias y deseos van más allá de ti.

Aunque si te alegras tendrás toda la razón: ¡has ganado! He sido el primero que se comunica 6 años después de nuestro exabrupto corte de comunicación. Sí, he sido yo quien ha derribado ese muro de incomunicación que ambos nos pusimos sin siquiera acordarlo. No he podido resistir. Tu recuerdo y la nostalgia de ti son más fuertes que mi orgullo y estabilidad matrimonial.

Tal vez por lo que nunca fuiste y que tanto desee que sucediera, aun después de tu boda. Aunque nunca lo sabrás, has ganado.

Me resisto a creer en las corazonadas o las señales, pero hace unas semanas constantemente soñaba (dormido y despierto) contigo. "Tal vez porque pronto se cumplirán 6 años de que me terminó", pensé. Pero la inquietud fue mayor que mi aplomo, así que, con pretexto de amistad, contacté a una persona conocida que coincidió contigo en donde tú trabajas ahora. Y ella fue quien me lo informó: "Ah, Verónica acaba de ser madre por tercera vez". Esa noche me sentí estúpido cuando miré dormir a mi esposa y mi hija.

Realmente no entiendo porque sigo soñando contigo.

viernes, 19 de septiembre de 2008

PRIMERA SESIÓN

Abro este blog como terapia para mí mismo.
Todos tenemos secretos o pensamientos que, por íntimos, suelen ser inconfesables. Yo necesito "sacar" los míos de alguna forma. Y no es que sean trágicos o exagerados, pues sólo son deseos (sobre todo sexuales) insatisfechos, iras contenidas y una que otra estupidez. No, no son trágicos, ni agresivos, ni ofensivos, pero a veces son tan inconfesables para la gente que me considera "normal" que a veces siento que me queman por dentro. Y no siempre se puede estar en un incendio y poner cara de "tipo normal".
Yo creo que lo que se nombra comienza a exorcizarse. Así que abro este blog para intentar, por primera vez, no pensar en el lector cuando escribo e intentar mirarme en un espejo.
Siempre ayuda mirarse el rostro sin maquillaje.

Emilio