martes, 11 de abril de 2017

¡¡¡ELLA!!!


Mi repertorio de desvelos expansivamente acopiado.
Mi gran anhelo largamente aplazado.
Mi mejor regalo de cumpleaños.
Mi primer libro de historias trémulas, atisbos de narración, vaivenes enletrados y adagios impetuosos.
"Ella. Ramillete de Relatos, Susurros y Alborozos de Transpiración Erótica y Efusión Poética"






Disponible en:
.es: https://www.amazon.es/dp/B06XZS62Q3
 

lunes, 27 de febrero de 2017

VIGÉSIMO PRIMERA LEY DE SUSPIROS DEL ESPANTAPÁJAROS



Una Ella nunca se va de tu lado.

Una Ella tan sólo te ofrenda pretextos para eternizarla.



sábado, 25 de febrero de 2017

FRAGMENTOS DE UNA CARTA QUE ANHELA SER QUIZAS


(...)
Estoy totalmente de acuerdo contigo: lo que sentimos, lo que nos hemos procreado, lo que vivimos al vernos, de la forma en que lo hicimos, lo que nos entregamos, lo que nos añoramos, lo que nos significamos, su profundidad y eternidad, no son de esta vida, no pueden serlo, tienen que venir de antes, de otras vidas, de pasados majestuosos donde estuvimos juntos y nos amamos tanto que, una vez extinguido esos lapsos vitales, nos la hemos pasado buscándonos. Sólo esa explicación me satisface para no quebrarme la cabeza en tratar de entender esto que siento y que me implosionó al reencontrarte.

Tú y yo lo sabemos. Podemos estar separados, podemos sólo vernos un fin de semana por cada vida, podemos herirnos, podemos distanciarnos definitivamente, podemos añorarnos hasta el desvelo, podemos querer renovadamente a otra persona, pero nos amamos como no lo haremos con nadie más. Así, tan descomunal, exorbitante y desmesurado que sobrepasa fronteras físicas y temporales. Ese es nuestro paraíso y penitencia, nuestra historia.

Me ha costado mucho entenderlo pero lo he conseguido.

Por eso, ahora mismo, mientras concluyo con esta carta, estoy a punto de tomar el sendero que me llevará a entregártela en persona.
Espero que aún vivas en el mismo lugar.

sábado, 24 de diciembre de 2016

ASTILLAS


Frío. Penumbra. Silencio.

Crecen pétalos marchitos en los dedos.
Pasos que trajinan por el insomnio de las cartas.
Anhelos se suicidan desde el precipicio de los ojos.

Palabras titubeantes, indecisas de ser guaridas o desiertos.
Ternuras huérfanas que se vuelven susurros sin alas.
Suspiros desvelados para acariciar a las alboradas.

En ocasiones, la víspera es una soledad hecha añicos.

domingo, 6 de noviembre de 2016

CREYENTE

El tiempo se empeña en desencantarme pero yo persisto en seguir esperándola.
El auténtico creyente se revela precisamente cuando todo se le opone a su credo. Y yo sigo creyendo.
Quiero seguir creyendo.
Merezco seguir creyendo.
Necesito seguir creyendo.

Creo, no sólo por obsesión o necedad, sino por un razonamiento poético: se encontró a través de mí. Y ello jamás se olvida.
Pero, sobre todo, creo porque está en mi naturaleza.

Desayuno anhelos y meriendo melancolías. Sonrío con labios húmedos y lloro con lágrimas secas. Pero también transpiro alborozos, beso profusamente con los ojos y saboreo desbocadamente la pulpa de cada quizás. Tengo una jauría en el pecho, un augurio en la mirada y una pleamar en mis labios.
Por eso, no puedo aceptar los trofeos de la monotonía, los himnos de la costumbre ni la dictadura de las agendas. No me sale sobrellevar la domesticación Y a conformarme con cualquiera.

Yo resisto el desasosiego de su silencio.
Yo desuello el fulgor de sus letras.
Yo sostengo el oleaje de mi anhelo.
Yo desvelo el aroma de su llegada.
Yo proclamo su eternidad.
Porque
Yo sigo creyendo en Ella.