Para G.C.
Ella anudaba en sus negras pestañas las frases humeantes de Él.
Ella podía tejer abrigos con sus suspiros. Ella era capaz de embriagarse con el jugo candoroso de sus alegrías distantes. Ella hacía de sus silencios alfombras para su alcoba.
Pero definitivamente Ella desconocía, Ella era ajena, Ella no podía siquiera imaginar la lacerante desesperación con la que Él la recordaba.
Él la traía a Ella atravesada en su garganta.
Él la añoraba.
6 comentarios:
Creo q esta vez me permitire disentir contigo, por que Ella mas que ignorar, mas que desconcer se ha mimetisado con cada sentimiento, necesidad, urgencia y deseos que los tuyos le trasmiten...ya te lo decia hace unos instantes, no te extraño....te vivo.
Él sabe perfectamente que a veces el mundo viste a los senderos de desconocimientos, de tinieblas, de disensos, tan sólo para recordarle a quienes los andan que las trascendencias son misterios supremos. Como aquellas coincidencias a las que no les basta una sola vida, ni les perjudica un océano.
Ella sabe que ni un océano, ni nada la mantendra lejos de la vida de el, ya encontraran los causes de esos ríos como encontrarse, abriendose camino hasta llegar uno a el otro.
Por que Ella vive con la Bendita Certeza de que nació para El.
Él camina golpeado por tempestades de suspiros, Él habla con sangre en los verbos futuros, Él escucha con temblores sonoros, Él toca con astillas de ausencia clavadas en los dedos, Él, que huye, que teme, que duda, es capaz de mirar al horizonte y ver más allá de un océano.
Ella confia, espera, extraña,sueña,desea,Ella solo ama...
Él sabe que con Ella se entreabren los tiempos. Y siembra letras y suspiros en los surcos.
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