sábado, 8 de diciembre de 2012

CONTIGO

Huérfano de tus manos, desterrado de tu regazo. Ovillado en tu luz.

Habito tu ausencia con infatigable convicción de júbilo aplazado.
Devoro las hogazas de tus besos que aún me burbujean en la saliva.
Preño cada filamento de tu nombre con la sangre que me palpita en el pecho.
Me extravío en las coordenadas de tu silueta que mis dedos no dejan de recorrer.

Aún siento el bamboleo de tu mirada, la polifonía de tus deseos, el trisar de tus piernas.
Los violines de tu éxtasis.

Esperarte es arar en las sombras. Es liar constelaciones con migajas. Es cobijar mi pleamar con tu aguamiel.
Esperarte es renombrar a la esperanza.

Me sacudes.
Te embisto.
Me infestas.
Te engullo.
Me anegas.
Te unjo.

El viento es el suspiro más tenaz de la historia.
El invierno es la luz más contradictoria de la vida
El silencio es la posesión más íntima de los amantes.

Amor, mi ventana está cubierta de nieve.
Y yo quiero hacer el sol contigo.