miércoles, 6 de abril de 2011

LXX

Se iba a acostar despacio y silencioso para no despertar el fantasma que dormía a su lado. Tal vez algún día Ella volvería para asustarlo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

En ocasiones los fantasmas son los únicos que nos hacen compañía, y uno puede disfrutar de ellos, aunque estén en silencio frente a nosotros.
Ojalá ella vuelva para asustarlo.

Emilio dijo...

Y a veces, también, los fantasmas no son compañías son sólo alcobas que poblamos. Hasta que alguien más, una Ella por ejemplo, viene a habitarnos.
Gracias por tu comentario de luz.

Anónimo dijo...

Es cierto.
Hay fantasmas que nos dejan enormes vacíos que son como agujeros negros, no se pueden llenar.

Anónimo dijo...

Es cierto.
Hay fantasmas que nos dejan enormes vacíos que son como agujeros negros, no se pueden llenar.