domingo, 19 de febrero de 2012

VERÓNICA 4

¿Qué importa que me rescaten de la guillotina para después apostarme en la sala de espera de cualquier funeraria?

¿Qué importa que me colmen de estrellas las pestañas para después astillarme las pupilas de cenizas?

¿Qué importa que me escriban lunas para después eclipsarme con indiferencias?

¿Qué importa que se digan Ellas o Mías para después disfrazarse de quimeras?

¿Qué importa que me besen para después silenciarme?

¿Qué importa que me acaricien para después desgarrarme?

¿Qué importa que me hagan agua para después drenarme?

Que me piensen sin tiempo,
Que me miren sin esperanza,
Que me quieran sin sangre.


¿Qué importa, de verdad qué importa?
si tengo tu fantasma agazapado en las noches,
siempre dispuesto a devorarme.

martes, 14 de febrero de 2012

DECIMOTERCERA LEY DE SUSPIROS DEL ESPANTAPÁJAROS

Una Ella es como el amor: la desazón más ardiente, el apogeo más ansioso, la locura más renovada.
Ruptura. Desquiciamiento. Transgresión.
La reinvención más feroz de uno mismo.
Y por eso, es imprescindible.

lunes, 13 de febrero de 2012

ANUNCIOS CLASIFICADOS 4


Hombre de fantasías profusas y dedos alados busca una mujer fragante, sutil, habitable.

Que no coleccione años, sino dagas y cisnes.
Que sea capaz de labrar alcobas con palabras y silencios.
Que juegue al azar con los ojos y al universo con las manos.
Que sus labios no fermenten besos sino nitroglicerina.

Que en toda ella -en su silueta, en su boca, en sus pechos, en sus caderas, en sus muslos, en su ambrosía- destile una feminidad acuosa que anegue mi hombría.

Que sea una metáfora suculenta del caos.
Que transpire jazmines y brasas.
Que sonroje a la palabra hembra.
Que sea una Ella.

Abstenerse princesas. Se busca una Diosa.


jueves, 9 de febrero de 2012

XCIV



Paradójicamente, se hallaba en el mismo sendero que se extraviaba. En sus silencios y en sus respuestas. En lo que le desconocía y en lo que le reconocía. En su distancia y en su hoguera.
Por eso le escribía.
No para que lo leyera, sino para que lo tuviera dentro.
Para seguir muriendo por vivir en Ella.