miércoles, 10 de septiembre de 2014

AÑORANZA II

Ojos que preñan a la ausencia.
Esperas que agrietan a la rutina.
Recuerdos que dinamitan a la noche.


Esta desaforada convicción.
Esta atropellada agitación.
Esta renovada devoción.


Echarme de más
cuando te echo de menos.
Mi amor.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi eterno treintañero, echarte de más ... te echo de menos y entro a releer tus mis poemas que me reconfortan y acompañan en la noche observandote con el deseo de tu sentir
un beso
Shy

Emilio dijo...

Shy, inefable, incensante, imperecedera:
Me alienta que mis suspiros enletrados aún tengan la capacidad de balancearse por tus pestañas, circundar tu piel y anidarse en tus entrañas.
La distancia, bien lo declamó Benedetti, a veces suele ser una llama.
Anhelo siempre que mis letras te abriguen.
E