Está siempre puntual y silencioso.
Sensible e incitado.
Expectante de su llegada.
Llora sus ropajes espectrales.
Muere sus naufragios taciturnos.
Renace en sus transpiraciones sosegadas.
Les pinta alboradas y bosques con la mirada.
Les canta nostalgias y porvenires.
Les teje sustantivos cariñosos, verbos incitantes y adjetivos suaves que cuelga en sus pestañas.
Se acerca y las acaricia.
Pero ellas se le diluyen entre las manos.
Y aun así, Él insiste en abrazar a las sombras
porque afirma que,
en el punto más oscuro de la noche,
siempre las escucha suspirar.
2 comentarios:
ABRAZA NOMAS LAS SOMBRAS HONESTAS, FIELES Y AMOROSAS PORQUE NO TODAS LO MERECEN. ABRAZA NOMAS LAS QUE SIEMPRE A TI TE HAGAN SUSPIRAR PORQUE TU ERES LUZ.
YSQ
Lo he intentado.
Mirarlas entre sus penumbras, buscar su corazón humeante, seleccionar sólo a las auroras palpitantes.
Pero he fracasado.
Y es que al final se puede luchar contra tantísimas cosas pero menos contra una que es porfiada, determinante e invencible: la vocación.
Y mi vocación es extender los brazos a los suspiros.
Abrazos.
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