lunes, 7 de mayo de 2012

XCV

Él besaba con los ojos, acariciaba con el pensamiento e intimaba con letras.
Y nunca suspiraba igual.

3 comentarios:

Eli dijo...

Definitivamente, los suspiros ya no son los mismos desde que él ya no la mira...

Emilio dijo...

Él se agazapa embelesado en el silencio, se cobija en la constelación hervorosa de las noches y lía aguamiel en el alféizar de las letras que almacena.
La reconoce.
La acuna.
La transpira.
Es su manera de abrirle los brazos.

Unknown dijo...

Tengo ganas
de probar de tus labios
ese néctar
que me embriague los sentidos.

Que me robe la razón,
que me llene de suspiros.

Tengo ganas
de perderme
en ese dulce beso
preludio de esa tierna caricia.

Tengo ganas
de beberme
el aroma de tu cuerpo.

Tengo ganas
de fundirme a ti
en un beso.

De inundarte los sentidos
de desbordarte los deseos.

CadyG