lunes, 7 de noviembre de 2011

VIAJERO

Huérfano de abrazos.
Privado de alas.
Despojado de pétalos.
Sobrevives.

El cantautor tenía razón:
“Nada te importa en la ciudad si nadie espera”.

Llevas las pupilas anegadas de crisoles y las manos colmadas de nubes.

Sueños que se evaporan con el humo de los automóviles.
Besos que se disecan en las aceras.
Sonrisas ajenas que mordisquean su recuerdo.

No importa el pasaporte: tu alma es extranjera en cada esquina de la soledad.

Montañas verdosas retratan tus labios.
Peñascos infinitos reflejan tu pecho.
Crepúsculos gélidos narran tu horizonte.

Andar en silencio es cantar una balada triste con las pestañas
resquebrajar el porvenir con un pecho palpitante
y teñir las calles de suspiros
mientras la piensas.

Tal vez aún no sea demasiado tarde para las rosas.
Tal vez el luto sea sólo un canto de cisne taciturno.
Tal vez las lágrimas sean los últimos copos de tu invierno.

Tal vez, algún día, dejes por fin de viajar.
Y amanezcas dentro de Ella.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Hermoso mi amor ya extrañaba tus escritos.
Sería maravilloso.

Emilio dijo...

Gracias, Lupita, por tus palabras tan cariñosas y entregadas que, no está de más decirlo, cobijan las mías haciéndolas menos ordinarias. E.