¿La máxima solución de la existencia?
¿Jardín primaveral?
¿Miel y brisa?
¿Instante arrobado?
¿Omnipresencia?
¿Atardeceres perfumados?
¿Estrellas resplandecientes?
¿Rosas abriéndose en el mar?
¡Mentira!
Es un íntimo desenlace de lo irreparable.
Es hojarasca otoñal.
Es sangre y fuego.
Es tiempo sin tiempo.
Es un no ha llegado todavía.
Son noches apesadumbradas
Son destellos en ciénagas
Son pétalos ahogándose en un océano.
Llevar su ausencia en la mirada.
Atravesado su nombre en la garganta.
El júbilo sangrando por su llegada.
Y, a pesar de todo eso, levantarse cada mañana con la esperanza de hallarla.
Eso es estar enamorado en silencio.